Luego que se conociera que el auto en que fue hallado el cuerpo sin vida de Juan Alós habría sido lavado antes de ser entregado para su investigación, las críticas que merece el desempeño del fiscal Emilio Drazile (a cargo de la instrucción de la causa por el presunto homicidio del policía) quedarán plasmadas en sendas denuncias.
La primera correrá por cuenta de la familia del policía, que apunta a la falta de cuidad de las pruebas sobre las que basa la investigación. El abogado que los representa, Carlos Nayi, había sido quien denunciara la irregularidad cometida con el vehículo, a partir de un llamado recibido por un presunto miembro de la fuerza policial el pasado sábado.
Tal denuncia fue refrendada públicamente ayer por el fiscal Senestrari, quien tiene a su cargo la investigación central sobre presuntos delitos cometidos por la División de Lucha contra el Narcotráfico de la Policía de Córdoba.
"Senestrari ha podido corroborar que el auto donde fue encontrado Alos, sin vida, el mismo día fue llevado a una comisaría de la localidad de Falda del Carmen y luego fue trasladado, por orden de la superioridad, a la base de narcóticos de barrio San Pablo, donde fue lavado. Es decir, la prueba que permitía esclarecer lo que realmente había ocurrido en los momentos previos a la muerte del oficial ha sido limpiada. Luego el auto fue llevado al subsuelo del edificio central de la Policía", especificó Nayi.
"Hay una cadena de irregularidades. Esta, por la gravedad, por la entidad, no amerita esperar más. Hay que poner en conocimiento al fiscal de turno para que habilite una instrucción profunda, a los fines de determinar responsabilidades, no sólo de Drazile, sino de todos los involucrados estos hechos", añadió.
Jury
La restante denuncia correrá por cuenta del bloque legislativo del Frente Cívico en la Legislatura de Córdoba.
En la presentación, expondrán las razones por las que acusan a Drazile por negligencia y mal desempeño.
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