Una análisis de la correspondencia del Cura Brochero que permite comprender su obra, la iglesia y la política de su tiempo. Para acceder a este trabajo bibliográfico comuníquese al 3544507890 o al correo electrónico jasalinardi@gmail.com

sábado, 2 de noviembre de 2013

La justicia de EE UU rechazó pedido de fondos buitre de pago inmediato

La Cámara de Apelaciones del segundo circuito en Nueva York rechazó ayer la posibilidad de levantar el "stay" (cautelar) que mantiene detenido un fallo negativo contra el país hasta que la Corte Suprema de ese país se pronuncie definitivamente sobre la cuestión de fondo. De esta forma, la Argentina realizará sin problemas el pago de deuda que tiene previsto para diciembre, y contará con el tiempo disponible para las negociaciones en las que busca un acuerdo extrajudicial.
Tal como adelantaban los abogados que conocen el funcionamiento del sistema judicial estadounidense, era muy difícil que el pedido de los fondos buitre fuera avalado por los magistrados Rosemary Pooler, Barrington Parker y Reena Raggi. Ahora, todo parece indicar que el "stay", que detiene el pago inmediato de U$S 1300 millones, se mantendrá vigente hasta el segundo o tercer trimestre de 2014, momento en el que el máximo tribunal norteamericano podría ponerle un fin a este proceso judicial.
"La resolución de la Cámara confirma que las acciones procesales seguidas por el país son las correctas y ratificamos que la Argentina ejercerá su defensa en todas las instancias judiciales disponibles", sostuvo el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino. En este contexto, el próximo pago de deuda se realizará en diciembre por U$S 200 millones sin restricción ni riesgo de un embargo a la hora de la transferencia del dinero.
El gobierno nacional está a la espera de una definición sobre la apelación "en banc" –al pleno del tribunal de segunda instancia–, que todos los actores dan por hecho que será rechazada. En ese momento se abrirá un período de hasta 90 días para elevar un nuevo pedido de revisión (certiorari) ante la Corte Suprema de EE UU, tras lo que habría 30 días para que respondan los holdouts.
Finalmente, el máximo tribunal se tomaría más de 100 días para pronunciarse sobre el pedido argentino. A principios de octubre los supremos decidieron posponer su intervención con la certeza de que iba a llegar un nuevo pedido, pero un rechazo en esta segunda ocasión sería definitivo.

Mientras tanto, el retraso en la resolución de lo judicial da un mayor margen para invertir en las negociaciones que se desarrollan paralelamente en varias líneas.
Si bien fracasó el intento del fondo Gramercy de que todos los tenedores de deuda reestructurada cedieran parte de los intereses a cobrar a futuro, hay otros caminos abiertos que parecen estar avanzando con mayor firmeza. Todos están interesados en lograr una firma, ya que un default no beneficia ni al país ni a los acreedores (tanto los que entraron a los canjes como los que no).
"Era obvio el fracaso de la negociación de Gramercy. Los bonistas con los que hablaron ya tuvieron una quita enorme en el pasado y ahora les volvían a pedir plata para satisfacer a los que decidieron volcarse a los juicios", opinó el abogado Eugenio Bruno.
El especialista del estudio Garrido interviene en una negociación paralela, que tiene el objetivo de alcanzar una solución integral para "todo el problema de la deuda”. El 7% que no entró a los canjes no está compuesto solo por los fondos buitre más conocidos, como NML y EM, sino que hay minoristas que poseen títulos por entre 6000 y 7000 millones de dólares más.
La idea que se desprende de las charlas en ese sentido es que no quede nadie afuera de la normalización, que se terminen las amenazas de lo que podría pasar ante un nuevo default del país y, finalmente, que ingrese dinero fresco para inversiones en infraestructura y energía. "Podrían ser los BAADE o algún otro bono especial que se cree para concretar ese financiamiento", indicó Bruno ante la consulta. Todo esto formaría parte de una oferta que los holdouts realizarían al gobierno argentino para terminar con el enfrentamiento.
Los plazos son difíciles de prever, pero la intención de todos los actores es que sea lo más rápido posible. Sin embargo, es cierto que toda negociación lleva tiempo cuando hay tanta heterogeneidad (en la cancha no están solo los grandes holdouts, sino que también hay inversores minoristas) y la instrumentación con el diseño del nuevo bono también necesitaría un margen para poder concretarse.
Lo importante es que sea antes de abril del año que viene, cuando empieza a correrse el riesgo de un fallo negativo de la Corte Suprema de EE UU y un escenario más oscuro en términos de capacidad de pago (un hipotético default).
De todas formas, hasta que no haya nada confirmado en esa línea no se debe perder de vista el terreno judicial. El abogado Marcelo Etchebarne, del estudio Cabanellas Etechebarne Kelly, opinó que los tiempos que se puedan ganar en los tribunales dependen de la estrategia que decida tomar el gobierno nacional. "Tiene que apelar a los artículos 19 y 20 de la carta de la OEA y construir una defensa global dentro y fuera de la Corte, basándose en parte en eso y además en las facultades de otorgar una cautelar que tire por la borda una política de Estado como un canje de deuda global", indicó.
Además, apuntó que consiguiendo el apoyo del gobierno de Barack Obama se podría incluso llegar a 2015 sin una definición. También señaló que en una anterior oportunidad la Cámara de Apelaciones se tomó cinco meses para responder la apelación "en banc", con lo cual es esperable que antes de fin de año haya una respuesta que abra la puerta a elevar un nuevo pedido de revisión a la Corte Suprema.
De no conseguir cerrar un acuerdo por fuera de los tribunales, al gobierno nacional le convendría superar diciembre de 2014 sin una defición, señalan los expertos. Eso puede parecer muy difícil que pueda lograrse algo así, pero en esa fecha vence la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers), que permite que aquellos que entraron al canje puedan reclamar si se les ofrece algo mejor a los que eligieron quedarse afuera. «
Riesgos de un fallo negativo
Un estudio elaborado por especialistas del Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina (Cefidar) advierte sobre las dificultades que pueden representar para la economía mundial la posibilidad de que los fondos buitre obtengan un fallo final favorable en el juicio que llevan adelante contra el país en los tribunales de los Estados Unidos.
"Si prevalece la lectura que hasta ahora han adoptado las cortes, es probable que disminuya enormemente el grado de aceptación que generalmente tienen las reestructuraciones de deuda, a la vez que aumentarían los litigios y, con ello, se afectaría la recuperación económica de los países endeudados", destacan.
El estudio pretende, además, aportar al derrumbe de tres mitos sobre la Argentina y su deuda, en torno a que se niega a pagar sus compromisos; que hizo un ofrecimiento injusto a sus acreedores; y que no presta atención a sus obligaciones ni a los fallos judiciales emitidos por tribunales.

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