El régimen de promoción parte del objetivo prioritario de Argentina
de lograr el autoabastecimiento de hidrocarburos y a partir de ello
establece beneficios para quienes realicen una inversión directa de más
de mil millones de dólares durante los primeros cinco años del proyecto.
Permite a los inversores, en la medida que haya autoabastecimiento y
luego de los cinco años de iniciado el proyecto, exportar el 20% de la
producción sin retenciones y pudiendo dejar el total de las divisas
exportadas en el exterior. Si bien a primera vista parece una pérdida de
divisas de magnitud, deben considerarse las divisas que se ahorran por
no tener que importar el 80% de la nueva producción de estos
emprendimientos que se destinará al mercado interno. Producción que
además se abonará en pesos al precio doméstico, en el cual ya están
descontadas las retenciones generales aplicadas a los hidrocarburos.
Desde la década menemista, y hasta mediados de 2011, las
exportaciones de hidrocarburos estaban autorizadas a dejar el 70% de las
divisas en el exterior, a cambio de nada. Para recibir los beneficios
del Decreto 929/13 se deberá “cumplir con los planes de inversión y
desarrollo de reservorios comprometidos en sus respectivos Proyectos”
(art. 5º).
Por lo tanto, la promoción hidrocarburífera fomenta la mayor
producción petrolera, para ir logrando el autoabastecimiento, con
condiciones estrictas de cumplimiento para las nuevas inversiones que
obtengan los beneficios. Estas inversiones directas, en el marco de la
Ley 26.741 y el Decreto 929/13, no sólo aportarán las ingentes divisas
que requieren los proyectos de explotación, sino que además traerán
tecnología para la extracción del petróleo.
El acuerdo con Chevron es importante porque permitirá desarrollar
los recursos del reservorio Vaca Muerta, pero más aún lo es por la
decisión de una gran empresa del rubro de invertir junto con YPF para la
explotación de recursos en territorio argentino. Algo que muchos
agoreros vaticinaban como imposible y que, una vez firmado el acuerdo,
sólo atinaron a desinformar aduciendo que se reemplazó a Repsol por
Chevron. Un juicio totalmente errado es comparar la pertenencia absoluta
de YPF hacia Repsol –que la descapitalizó y la llevó a la comprometida
situación ya conocida– con un acuerdo por el cual YPF y Chevron se
asocian al 50% cada una para un proyecto concreto; según Axel Kicillof,
la multinacional “pone el capital inicial, YPF pone el trabajo y también
va a operar el área, va a aprender a sacar recursos de la mano de una
empresa norteamericana que tiene experiencia en extracción de
(hidrocarburos) no convencionales” (Ambitoweb, 18.07.13). Además, el
acuerdo con Chevron en la cuenca denominada Enrique Mosconi abarca 395
km2 de los 12.000 km2 que posee YPF en Vaca Muerta. La reciente
inversión por 1200 millones de dólares es para el desarrollo del piloto
en 20 km2 donde YPF ya está extrayendo hidrocarburos. En la siguiente
etapa, que requerirá la perforación de más de 1500 pozos adicionales y
mayor financiamiento, se pretende alcanzar en 2017 una producción de 50
mil barriles de petróleo, aproximadamente un 7% de la producción total
de crudo deArgentina, convirtiéndose en el principal activo productivo
de YPF.
Las críticas de la derecha no se hicieron esperar. Federico
Sturzenegger dijo que con esta decisión “se pone al país de rodillas”
(El Argentino, 17.07.13); justo él, que propuso privatizar el Banco
Nación (La Nación, 01.10.2000) y privatizar la recaudación (La Nación,
05.09.99). También Martín Redrado, funcionario designado por Carlos
Menem al frente de la Comisión Nacional de Valores en 1991, habló de
“poner al país de rodillas”.
También se derribaron las previsiones de aquellos que decían que
las inversiones extranjeras no acordarían con YPF. En el proceso de
aprobación de la Ley 26.741, Federico Pinedo se preguntó: ”¿Quién va a
venir a invertir, si la Argentina viola absolutamente todos su acuerdos,
tratados, leyes y contratos?” (La Prensa, 18.04.12), mientras que
Alfonso Prat-Gay expresó que “el proyecto propone inversiones
extranjeras, pero difícilmente éstas vengan mientras se haya intervenido
una empresa sin aval judicial, … sin una indemnización previa”. (La
Nación, 04.05.12).
Esta semana, la calificadora Fitch tambiénconsideró “insuficiente”
el programa de incentivos, cuestionando el ambiente regulatorio de la
Argentina en materia de hidrocarburos. El mundo ideal para estas
calificadoras es aquel en el cual los países ceden desinteresadamente
sus recursos a la inversión extranjera, para que la misma obtenga
suculentas ganancias.
El acuerdo con Chevron debe verse en perspectiva, a partir del
Régimen de Soberanía Hidrocarburífera, y también a partir de la gestión
que se está obteniendo con YPF, que incrementó notablemente las
inversiones en exploración con 51 pozos perforados en el último año,
cifra que triplica el promedio de 18 pozos por año perforados entre 2007
y 2011.
Para que este proceso sea más positivo, pensando a futuro, quedan
pendientes la discusión de una nueva Ley de Inversiones Extranjeras lo
antes posible, que regule las condiciones de las inversiones en el país,
y junto con este debate, la denuncia de los Tratados Bilaterales de
Inversión.
Por último, no puede pasarse por alto, aunque brevemente, la
posibilidad de que el FMI realice una presentación ante la Corte Suprema
de EEUU, solicitando la revisión del fallo del juez Griesa a favor de
los fondos buitre. Lejos de constituir un acto de apoyo a las políticas
económicas heterodoxas de nuestro país, las motivaciones del Fondo se
relacionan con el impacto que tendría en el sistema financiero global
una resolución favorable a los “buitres”, al constituir un duro golpe
para los procesos de reestructuración de deudas soberanas, y porque
también genera una mayor incertidumbre financiera global, habida cuenta
de que también se vería perjudicado el Banco de Nueva York, que debería
retener los pagos de la deuda reestructurada, que se vienen haciendo en
tiempo y forma.
Si la Corte Suprema de Estados Unidos aceptara tomar el caso,
quedaría en suspenso la intervención de la Cámara de Apelaciones de
Nueva York, que se ha mostrado “permeable” a los intereses de los
“buitres”. En resumen, podría tratarse de una buena noticia para
Argentina.
Artículo publicado en el diario Tiempo Argentino el domingo 21 de julio de 2013.
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