A través de la "Declaración de Cochabamba" presidentes de América del Sur rechazaron terminantemente
la "inaceptable restricción a la libertad" del mandatario boliviano,
Evo Morales, y exigieron a los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y
España "expliquen las razones de la decisión de impedir el sobrevuelo
del avión" que lo traía de regreso desde Moscú.También requirieron a
esos cuatro gobiernos que "presenten las disculpas públicas
correspondientes en relación a los graves hechos suscitados".
El
texto además denuncia "la flagrante violación de los tratados
internacionales que rigen la convivencia pacífica, solidaridad y cooperación"
entre los Estados, lo que "constituye un acto insólito, inamistoso y
hostil". Ello configura "un hecho ilícito que afecta la libertad de tránsito y desplazamiento de un jefe de Estado y su delegación oficial", afirmaron los mandatarios.
La
nota señala también "el atropello y las prácticas neocoloniales que aún
subsisten en nuestro planeta en pleno siglo XXI", así como "la falta de
transparencia sobre las motivaciones de las decisiones políticas que
impidieron el tránsito" del avión.
En este sentido la declaración
afirma que "el agravio sufrido" por Morales "ofende no solamente al
pueblo boliviano sino a todas nuestras naciones", y advierte sobre "las
prácticas ilegales de espionaje que ponen en riesgo los derechos
ciudadanos y la convivencia amistosa entre naciones".
El documento
afirma que "la inaceptable restricción a la libertad" de Morales sienta
un peligroso precedente en materia del derecho internacional vigente.
"Rechazamos las actuaciones claramente violatorias de normas y
principios básicos del derecho internacional, como la inviolabilidad de
los jefes de Estado", remarcaron los mandatarios.
Los signatarios de la Declaración respaldaron la denuncia presentada
por Bolivia ante las Naciones Unidas y acordaron conformar una comisión
de seguimiento para
"realizar las acciones necesarias para el
esclarecimiento de los hechos".
Del encuentro, realizado en el hotel Cochabamba, participaron los
presidentes de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner;Bolivia, Evo
Morales; Ecuador, Rafael Correa; Surinam, Desiré Delano Bouterse;
Uruguay, José Mujica, y Venezuela, Nicolás Maduro. Brasil estuvo
representado por el canciller interino, Eduardo dos Santos, y Chile,
Colombia y Perú, por sus embajadores en Bolivia.
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